Es la reina de nuestras ensaladas y el vegetal al que más acudimos cuando queremos perder peso.
La lechuga tiene una gran cantidad de fibra dietética, que ayuda a mejorar la digestión y estimula el movimiento de los intestinos. Además, es útil en casos de retención de líquidos, cálculos renales y problemas de flatulencias.
Al ser fuente importante de hierro, es recomendada en casos de anemia y fatiga.
Es fuente de antioxidantes que ayudan a disminuir el colesterol alto, retrasar el envejecimiento celular y a mejorar la circulación.
Regula los niveles de azúcar en la sangre por lo que es ideal para pacientes diabéticos.