El brócoli se ha convertido en uno de los grandes emblemas de la alimentación sana moderna.
Su alto contenido en hierro, en clorofila y ácido fólico, hacen del brócoli un alimento muy recomendable para personas con anemia ferropénica, por déficit de hierro.
Durante la menopausia es aconsejable su consumo pues contiene fitoestrógenos, con acción antiestrogénica similar a la de la soja, que permite paliar los síntomas de la menopausia.
El hígado resulta asimismo beneficiado de las propiedades de esta verdura. El brócoli ejerce una acción hepática compleja y se ha utilizado como estimulante de la llamada "depuración" interna del organismo.