Mejoran el metabolismo de los lípidos y reducen la producción de moléculas inflamatorias vinculadas al riesgo de padecer afecciones cardiacas.
La fibra dietética que contiene la manzana verde la convierten en una excelente reguladora de los movimientos intestinales; sus importantes propiedades digestivas hacen que sea un excelente alimento para consumir tanto en casos de diarrea como de estreñimiento. Su alto contenido de ácidos málico y tartárico neutralizan tanto el estreñimiento como la diarrea.
Si se come una manzana verde luego de una comida pesada, sus propiedades digestivas y hepáticas favorecen a realizar una mejor digestión.
Otro aporte de la fibra es que ayudan a las personas que buscan una dieta para bajar de peso.
Al ser una importante fuente de vitaminas A, B y C, aportan una gran cantidad de nutrientes que mejoran nuestra piel, hidratándola y favoreciendo el blanqueamiento de la misma. A su vez las enfermedades vinculadas a la piel también se ven beneficiadas por el consumo de manzana verde.